sábado, 30 de abril de 2011

No hay cuento de hadas sin milagro

Llevo encadenados a mi alma cada uno de los besos que me dieron,
como gotitas asesinas de veneno nostálgico que me asfixian apretándome dulcemente el cuello.
Con el alma cansada se apaga el rostro, imaginación es lo único que me queda, y hasta eso se me escapa…y me invade la tristeza…
Se derraman lágrimas por dentro, de esas que duelen más aún que las que resbalan por la cara, preocupaciones que envuelven mi cabeza, que en relación directa con el corazón, te lo aprietan, cuesta respirar, y se apaga la mirada, siempre viva y encendida, ahora refleja desolación malhumorada…
Dicen que no hay cuento de hadas sin milagro, y aquí, sentada, fumando, sigo esperando, aferrándome a esa idea, los días, los meses, los años van pasando…me desespero, pecando, sin paciencia, ansiosa, me enfado, y me invade el miedo de un destino silencioso…
Objetos inertes rodean mi vida, llenos de pasión y energía, contando historias, cosas que tú jamás entenderías…
Descuido mi aspecto físico, me da igual lo que veas por fuera, sé que cuanto más fea, menos ganas tendrás de asomarte al interior de mi cuento…retrasando mi milagro…
Tic tac tic tac…
y yo sigo esperando, como un niño en la puerta del cole del que sus padres se han olvidado de ir a recoger…
quiero dejar de sentir ese vacío, tan ricamente llenado día tras día de independencia, lujuria y risas…hay días en los que se me mete en los huesos ese frío infernal…porque, a pesar de lo que todo el mundo piensa, el infierno es frio…muy frio, lo sé porque he pasado más de una noche allí! Acompañada siempre de una amiga que no se separa de mí, yo le cuento mis penas y ella se ríe en mi cara, y yo en la de ella, nos lo pasamos genial, cuando quieras te la presento! Se llama Suerte, es juguetona, y mala...

Tarni.

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