el mundo al revés...

Hoy me he levantado, y he cenado, resulta que pongo la tele y en las noticias solo había gente a la que le había tocado la lotería, medicinas nuevas, perreras cerradas porque todos los animales eran libres o tenían casa, bonitos jardines construidos por todas las ciudades, y para colmo, a una vieja le habían regalado por su 130 cumpleaños una mesa de pin pon… en fin, salí a la calle, y no había coches, eran todo bicicletas, pero bueno! ¡Adónde vamos a llegar! No había ni un solo vagabundo en la calle…todo era muy extraño…miradas alegres y sonrisas contagiosas por doquier… no podía creer lo que mis ojos veían, y lo que mis oídos no oían…el triste ruido de la ciudad apaciguado…la policía no ponía multas, sino que daba premios por buen comportamiento…me tiré como una hora recogiendo basura de la rambla a ver si me tocaba…y efectivamente, un policía gentil, alto, amable y guapísimo se acercó a mí y me dijo:
¿Qué premio quieres?
-Un beso tuyo por supuesto
Dos horas duró ese beso…dos horas!! De caricias, lametones, pequeños mordiscos, dulzura y pasión…no pensaba, solo actuaba…hasta que mis labios se separaron y empecé a ser consciente de que el único ruido que había era el de los pájaros…
-¿Hace falta que siga recogiendo basura para llevarte a mi casa?- bromeé..
-No, solo quería besarte…- ¡pero bueno! Un tío diciéndome que no…no puede ser no puede ser…este extraño mundo al revés me tiene trastornada…
Esquivé a tres bicicletas mientras llegué a un bar…necesitaba urgentemente algo fuerte que tragar…y allí, al entrar, la gente miraba la televisión sin pestañear…me giré, me froté los ojos y me pellizqué para ver si aquello era verdad…resulta que los políticos se habían unido y habían decidido repartir todas las riquezas por igual en todos los países…nadie volvería a pasar hambre, nadie volvería a tener sed, todos tendríamos una enseñanza y por supuesto, un médico cerca…mi corazón palpitaba a un ritmo que ni el mejor batería con doble bombo del mundo podría seguirlo…
-Camarero, ponme una verde…urgente!
-Guapa, no existe el alcohol, en este mundo al revés, las drogas y el placer ya no son un motor de nuestra sociedad, ningun vicio existe, ahora en los bares solo hay agua, y buena compañía….
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Pero te voy a decir un secreto, aun estas dormida, si quieres puedes despertar, volver al mundo de antes, o quedarte aquí para siempre…¿Qué mundo eliges?

Tarni.

cigarrillo en tu boca...

Ansioso, después de un largo día sin fumar,
me colocaste dulcemente en tu boca,
toqué tus labios y di el primer paso para volverme loca,
me encendiste con tus manos,
me saboreaste en mil orgasmos,
disfrutaste de mi sabor amargo
y del humeante latir de mi corazón
ardiendo lentamente en tu aliento,
me consumiste hasta quemarte tú también,
me tiraste al suelo, y allí, despojada de mi poca dignidad,
me pisoteaste, te diste media vuelta y te largaste,
pero…querido…no te diste cuenta que del todo no me apagué,
seguí consumiéndome sola, haciendo cenizas de lo que antes fue un dulce caramelo,
despacito, ahogándome en mi propio humo, maldiciendo tu veneno.
Lo que nadie se esperaba, es que, como mi propio nombre indica, me reencarné, esta vez en un puro habano,
uno tan elegante, dulce y caro que nunca podrás permitirte ponerme de nuevo en tus manos…

Tarni

Dibujame...

Coge lápiz y papel…y empieza dibujando mis pies,

píntame las uñas rojas, y me verás andar, bailar y corretear por tu folio,

libre, saltando por las esquinas, elevándome en cada caída…

Sigue por mis muslos, no tendrás ni que pintarlos, pues son de color blanco,

delgaditos y suaves, dales sombra si sabes, y los verás temblar con cada detalle,

ahora coge una pluma, y dibuja suavemente mi cintura, curvas que se deslizan

entre los dedos y la prisa,

mis pechos, píntalos a tu antojo, redondeando y dándoles forma, te iras calentando…

y para mis pezones, coge los colores, círculos pecaminosos rosas y rojos, apuntando

a tu corazón, a la defensiva, guardando un tesoro recelosos…

Coge ceras y pinta mi cuello, despacito, imaginándote mordiéndolo,

acaricia suavemente el papel, rozando con los dedos el perfil de mi tez;

para mis labios, usa acuarelas, pero deja el pincel a un lado, y usa tus manos,

pinta lo que quieras, pues siempre estaré sonriendo de medio lado,

sonrisa picaresca que aunque quisieras, no podrás borrar jamás.

Mi pelo, siempre alborotado, usa lo que prefieras para dibujarlo, ya que hagas lo que hagas,

aparecerá despeinado, mezcla de liso y rizado, un reflejo de mi personalidad indomable,

rebelde, y descuidado…

¿Y mis ojos? ¿De qué color quieres pintarlos? A veces verdes, a veces miel…

¿Cómo vas a expresar tanta desolación e ilusión a la vez?

¿quieres que te mire o lo vas a hacer mirando a la pared?

Si mis pupilas, negras y cristalinas, se clavan fijas en el papel, te olvidarás de todo lo demás

y te obsesionará la idea de darle lo que le falta y quitarle lo que le sobra…

una pizca de color y ya estará lista tu obra, y en tus sueños, cobraré vida,

encenderé una vela, y encenderé tu saliva, y entonces, aparte de color, también tendré sabor…

Tarni.

¿Y si...?

¿Y si mis pies de repente se anclaran a la tierra y me salieran raíces?

¿Y si mis manos se cerraran, y poco a poco al volver a abrirlas aparecieran por cada dedo un bonito pétalo?

¿Y si mi cuerpo se volviera flexible con cada golpe de viento?

¿Y si todo esto sucediera junto a miles de dientes de león?

¿Y si te dijera, que soy capaz de tocar al cielo con solo mirarlo?
¿O volar sin salir de mi cama?
¿O soñar despierta tantas veces como me dé la gana?
¿O morirme por los huesos de una persona imaginada?
¿O creer en los milagros mientras la vida no deja de darme patadas?

¿Y si te dijera, que tantos “te quieros” falsos, han apagado la llama de una hoguera que se muere por arder y ya solo quedan ascuas?

Tarni.