Estrella fugaz.

Anoche vi pasar una estrella fugaz, y sin pensarlo dos veces el mismo deseo cavila en mi cabeza una vez más. 

Debes comprender que el mundo justo no es,

que cada vez que me acerco a ti la tierra tiembla,

el pulso aumenta,

poner mirada tierna para ti no es un problema,

y sigues aferrándote a la idea de que la vida te golpea.

Lo que no sabes, nena, es que te deseo con todas mis fuerzas,

si fuese capaz de contártelo…quizás mis gotas de sudor entendieras…

Cada vez que pisas mi acera, las bombillas de mi cuarto explotan,

y entre sueños y fantasías, tus braguitas son la bandera de mis días.

Si un te quiero se escapara de mis labios…¿Qué sucedería?

Miedo…es la palabra, quizás terror,

a que tus ojos se centren en otro, con más dinero, con más alcohol…

¡Qué fácil es levantarte la falda a la luz de la luna! Y que difícil sonrojarte…ya no lo haces, ni con otros ni conmigo…ya nada es como antes, puta ilusión que de tus ojos arrancaron, si pillara a ese cabrón le arrancaría el corazón a puñetazos…quizás comprendería que no solo a ti te hizo daño, sino a todos los que detrás de él de ti se enamoraron…

¿Y cuál es mi papel en este cuento? ¿Qué palabras uso yo ahora contigo que no te suenen a más de lo mismo? ¿Cómo distinguirás que lo mío es de verdad…si en lo único que crees es que solo te quiero para follar?

Deseo, al ver cualquier estrella fugaz, que vuelvas a ser aquella rosa, aquella que se emocionaba al besar…

Tarni.